lunes, 24 de noviembre de 2014

Caminos nuevos



Por Patricio Jara Tomckowiack
Arquitecto

Hay caminos que se eligen y otros nuevos que lo eligen a uno. Para llegar de “A” a “B” hay siempre más de una alternativa: a) el camino directo, ese viejo conocido que usamos para hacer trámites, para casi no salir de casa, para casi ser invisibles uno y el paisaje; b) el camino largo, ese recorrido para perderse dilatando las llegadas o los regresos, para caminar en actitud de paseo y despreocupación, pero que a veces por exceso de entusiasmo y condimento se vuelve incomible y terminamos todos sopeados; y, c) el camino nuevo, ese que es puro regalo ante la ausencia de expectativa del que viaja, ese recomendable romántica y místicamente, el de los aventureros, dicen. ¿Y cómo saber cuál elegir? Da igual, nos toca transitarlos todos, a cada uno su momento, a cada destino su proceso o camino.  

martes, 18 de noviembre de 2014

Temuco ciudad enterrada





Por Patricio Jara Tomckowiack
Arquitecto

Quizá como la ciudad sumergida de Chico Buarque, Rio de Janeiro, en un futuro lejano Temuco será una ciudad enterrada, tragada por la tierra, los volcanes o recuperada por Tren-Tren y Cai-Cai. Donde los futuros arqueólogos rescatarán, entre los vestigios de banderas y gritos ahogados del pueblo mapuche, restos de cartas, poemas, algunas de las pocas selfies que fueron impresas y frases que no se alcanzaron a decir de amores que no fueron utilizados, desechados y no correspondidos. Pero que permanecerán intactos, quizá aun paseando sobre la avenida Balmaceda o Pablo Neruda, bajo cientos de metros de sedimento, para ser tomados y usados por futuros amantes que completarán su función de amor.


Basado en la canción "futuros amantes" de Chico Buarque.
https://www.youtube.com/watch?v=YSYvpZb_BtY

domingo, 9 de noviembre de 2014

La belleza como una forma de mirar



Por Patricio Jara Tomckowiack
Arquitecto

Propongo de hoy –advertido cierto vacío normativo en la materia- a la belleza como una forma de mirar la ciudad, su gente, el acontecer propio y el ajeno.
Mismas personas, atardeceres, soles, árboles, cables, veredas, ciudades, plazas, casas y lugares están siempre allí para ser vistos. Y si se es más atrevido también para ser usados, observados y disfrutados.  No se necesita tanto para ello, solo una gotitas invisibles de belleza en los ojos (una por cada uno basta) y el resto viene por añadidura.
Claro que quisiéramos más parques y más plazas, pero si juntamos todos los árboles de los antejardines de las casas no todo está perdido.    
Claro que quisiéramos más paisajes y menos fachadas, pero desde algunos balcones se ve la punta de los volcanes Llaima y Villarrica. Y si ahora  el problema es que se vive en casa de un piso, no falta un conocido con balcón al oriente para pedírselo unos quince minutos día por medio.
También es claro que quisiéramos un mejor clima para vivir el espacio público y todo eso, pero este domingo de noviembre está soleado y si se le mira con belleza puede ser todo un año y quién sabe hasta toda una vida.
En promedio, la ciudad está perfecta y que ganas de ofrecer disculpas por todo lo que se ha mirado con otros ojos.