Por Patricio Jara Tomckowiack
Arquitecto
Hay caminos que se eligen y otros nuevos que lo eligen a
uno. Para llegar de “A” a “B” hay siempre más de una alternativa: a) el camino
directo, ese viejo conocido que usamos para hacer trámites, para casi no
salir de casa, para casi ser invisibles uno y el paisaje; b) el camino largo, ese
recorrido para perderse dilatando las llegadas o los regresos, para caminar en actitud
de paseo y despreocupación, pero que a veces por exceso de entusiasmo y
condimento se vuelve incomible y terminamos todos sopeados; y, c) el camino
nuevo, ese que es puro regalo ante la ausencia de expectativa del que viaja,
ese recomendable romántica y místicamente, el de los aventureros, dicen. ¿Y cómo saber
cuál elegir? Da igual, nos toca transitarlos todos, a cada uno su momento, a
cada destino su proceso o camino.
Yo ya elegí mi camino....y no me equivoqué....LO ESTOY PASANDO EL DESCUEVE...!!!
ResponderEliminarSaludos Compadrito
Jajajja... alegría, alegría!!!
EliminarUn abrazo Pablotote.
Un aventurero tiene la soledad escrita en los ojos, porque aún debe vivir muchas más historias, como un buen libro lo mejor no se escribe al comienzo, hay muchos caminos que recorrer hasta encontrar a una soñadora que tal vez también espera que un día sus caminos se encuentren.
ResponderEliminarTe recomiendo Siddharta de Hermann Hese