Por Patricio Jara Tomckowiack
Arquietcto
Desde la esquina donde se pone el carrito de los choripanes y completos a luca, observo el Germán Becker como lo hizo Neymar y compañía por
un segundo ayer, y como lo hemos hecho mi abuelo, mi padre y mi primo desde que
este lugar abrió sus puertas acompañando al histórico Deportes Temuco.
Hoy, ya de vuelta todos a la rutina, el estadio luce incompleto como un hospital sin enfermos o un terminal sin pasajeros. Más aun en
el ambiente se siente la resaca de una buena fiesta, y yo confirmo mi sospecha de que
la arquitectura se completa cuando se vive, se goza y se sufre en ella. La foto
de una fachada deshabitada no dice nada.
Hace unas horas aquí se vivió una histórica fiesta para nosotros los
temucanos, habitantes de los últimos párrafos del mundo, que más allá de un gran partido de fútbol nos deja como regalo una referencia alegre en la memoria
de la ciudad; y es que, nada más ni nada menos, hemos compartido lugar, paisaje y objetivo con los ídolos
del fútbol que hace una semana jugaban en Berlín la final de la UEFA Champions
League.
Quizá nunca estemos en Brasil situados en el lugar exacto desde donde
Neymar observa la playa de Copacabana, el Cristo o el Macaraná, pero si tenemos la
certeza, pese a los desfases del contexto, que el galáctico brasileño estuvo
en nuestra casa, pasó por la esquina donde comemos choripán y permanecerá en nuestra sobremesa
dominguera después de una buena plateada al palo. Y cuando volvamos al Becker a ver
al histórico, en alguno de esos noventa minutos, más de alguno recorrerá de reojo las
tribunas a ver quién puede aparecer por ahí….
Nunca la selección brasileña había venido tan al sur de Chile y, como la buena arquitectura, ayer nuestra ciudad fue la referencia del
planeta fútbol por unas horas. Y quizá no tengamos los espacios públicos que merecemos, y quizá Temuco es penca y chico y aquí y allá, pero esta ciudad no necesita un
cielo azul para ser bella, porque aunque pasen los años y tenga más arrugas la
vieja sigue siendo linda cuando se pone contenta y nos da esa miradita tierna.
Pensamiento mágico de ayer:
ResponderEliminar"Hoy, en esta cancha juegan estas estrellas, donde anteriormente jugue yo"
Temuco sale al mundo. Y salió bonito.
Saludos